viernes, 17 de diciembre de 2010

Mis cosas, mi mundo y yo

Hace unos días ocurrió un hecho de la realidad política muy complejo en el barrio de Villa Soldati en la Ciudad de Buenos Aires. Parece que los funcionarios del gobierno local no quisieron escuchar los reclamos de los vecinos lindantes al Parque Indoamericano, ni tampoco a los primeros ocupantes que reclamaban por tierras y viviendas dignas.
Tampoco se enteraron, que ese lugar publico, con el correr de los días seguía ocupándose por cientos y por miles de familias humildes. Hay un refrán popular que dice “el que avisa no traiciona” y ellos avisaron y nunca los escucharon.

Hay una mirada individualista, violenta, xenófoba y prejuiciosa por parte del Ing. Mauricio Macri y muchos de sus funcionarios. Primero pidieron balas y tuvieron balas que se cargaron a 4 personas, luego de esa tragedia de gente pobre, se firmó un acta acuerdo entre las partes y allí se acordó que los vecinos se iban y así fue, muchos se fueron y el GCBA permitió que se tomara el predio nuevamente. No hicieron nada y otra vez el caos. Luego le pidieron desesperadamente al gobierno nacional ayuda y tuvieron ayuda que, finalmente permitió un acuerdo definitivo. En el medio hubo tiros, muertes, hambre, exclusión, ineficiencia de funcionarios públicos de la ciudad y prejuicios, muchos prejuicios.

El individualismo, tal vez sea una de las peores expresiones del capitalismo, en términos de la vida cotidiana, el Ing. Macri y muchos de los suyos lo sostienen a raja tabla, como una premisa indispensable de la vida misma. Seguramente aprendieron de las recetas ultraliberales de los años noventa. Se trataba en este caso de, simplemente resolver un tema de política habitacional y no supieron como hacerlo. Será por eso que le pidieron ayuda al Gobierno Nacional, error tremendo si los hay. Nunca se debe pedir un favor cuando un conflicto tiene posibilidades de acuerdos y soluciones. Ahora tendrán que pagar el costo político correspondiente. Párrafo aparte merecen algunos integrantes de la Policía Federal que no conocen, hasta ahora, otro método mejor que la violencia.

Fíjense la trascendencia de dichos actos de impunidad que la Presidenta debió crear el Ministerio de Seguridad. Tal vez la muerte del joven Ferreira hace poco tiempo, estando Néstor Kirchner en vida y ahora este conflicto del Parque Indoamericano tuvo que ver con semejante decisión. Por último resta señalar que ahora sí, los vecinos tendrán su merecido espacio público, que fue abandonado durante los últimos tres años. Al ministro del área, denominado el “Al Gore” porteño se lo veía feliz porque iba poder arreglar el parque. Si su trabajo solo consiste en eso, sería bueno contratar como nuevo ministro a un guarda parques, no estaría nada mal.

Como señala un aviso publicitario de una multinacional, Mauricio Macri, seguramente adicto al mismo, podría tranquilizarnos a todos los porteños, señalando “mis cosas, mi mundo y yo”.

Pato Rayuela